En un artículo anterior iniciamos un check list de distintos aspectos que desde una empresa de transporte debe de afrontar si quiere mejorar su productividad. Continuamos con el check list añadiendo dos importantes mejoras:
GESTIÓN DE LOS PRECIOS
El precio del transporte es uno de los asuntos más sensibles y difíciles de abordar de todos los problemas que sufre nuestro sector. Tenemos por un lado las necesidades de transporte que demanda el mercado y por otro una oferta a la que le cuesta prestar servicio al coste que el mercado puede pagar. En el contexto actual de coyuntura económica el consumidor compra menos y hace que la demanda de bienes se ralentice o disminuya provocando mayor presión sobre el precio.
Además, la configuración atomizada de nuestras empresas de transporte dificulta facilitar al cargador una propuesta de valor suficiente y deja a la inmensa mayoría de los transportistas en manos de varias capas de intermediación, penalizando aún más el precio que de manera efectiva perciben. Imaginen un bucle negativo que se retroalimenta a si mismo.
La buena noticia es que se puede salir de él pero debemos mirar desde un nivel de comprensión más elevado. Los transportistas, con independencia de su tamaño, ineludiblemente deberán abordar cambios importantes que afectarán a su estructura: la digitalización de procesos que elimine ineficiencias, construir relaciones de calidad entre transportistas fomentando la colaboración entre ellos optimizando costes que contribuyan a mejorar su sostenibilidad económica ( fundamental), social (conciliación de conductores), y medioambiental, son solo alguno de ellos; y cuanto más tardemos en abordarlo, más dificultades tendrá el sector para atraer y retener talento.
El transporte colaborativo hace que la conciliación del conductor será más fácil. Incorporando tecnología dentro de las empresas capacitamos a las personas para que puedan mejorar los procesos. Esto hace que los costes disminuyan al mismo tiempo que mejoran las condiciones de los trabajadores y que la propuesta de valor para el Cliente aumente. Cuando abordamos el bucle desde el lado correcto el precio deja de ser el problema porque el valor pasa a primer plano.
La pregunta es ¿estamos dispuestos a creer en ello?
En el resto de Europa los problemas son muy parecidos. Aunque en alguno de los países el tamaño de las empresas sea mayor, las dificultades para colaborar entre transportistas y el bajo nivel de digitalización son similares.
En España tenemos un promedio de 3,5 vehículos por empresa aproximadamente; esto no es ni bueno ni malo, simplemente es el escenario que tenemos de partida y sobre el que hay que construir el modelo y desde luego, hay modelos de negocio y empresas con talento y capacidad tecnología para ayudar al transportista a rentabilizar sus recursos y mejorar su rentabilidad pero el transportista tendrá que decidir, y pronto, lo que va a querer ser de mayor porque el transporte en general y la carga completa en particular va a sufrir una profunda transformación en los próximos cinco años.
LA ASIMETRIA DE LOS FLUJOS DE TRANSPORTE
Junto con la estacionalidad, la asimetría que hay en los flujos de mercancía son las variables que influyen en los precios y es principalmente la razón por la que el precio kilómetro varíe en unos recorridos sobre otros, con independencia de que el coste para el transportista sea el mismo.
Esto ocurre con frecuencia y afecta de distinta manera en función del tipo de transporte. Por ejemplo, el precio kilometro para ir desde Cataluña, Levante, Centro hasta Andalucía se puede pagar en ocasiones hasta un 40% más que al contrario en el caso de un tráiler tautliner. Sin embargo, si el camión es frigorífico esos números cambian. Este ejemplo sirve también para otros flujos que el propio mercado ya se encarga de regular.
En la actividad internacional también ocurre. Los datos hasta mayo del año pasado en los intercambios de mercancía entre España y Portugal arrojan un saldo de un 35% de diferencia a favor de España. Entre España y Francia el dato es del 32% también a favor de España. Es evidente que esta situación genera distintos precios de transporte según el flujo.
En todos los casos estas asimetrías provocan una buena parte de los recorridos en vacío que se dan en el sector con el consiguiente coste económico y de emisiones.
En OkCargo desarrollamos y aplicamos algoritmos de Inteligencia Artificial para minimizar los kilómetros recorridos en vacío realizados por nuestros transportistas como consecuencia de las flujos asimétricos del transporte con el objetivo de mejorar la eficiencia de las operaciones, maximizando la productividad económica del camión y por ende la reducción de las emisiones de CO2 en el transporte de mercancías.
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